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México

Sheinbaum y la reiterada “Zocalinha”

En la cancha más grande del país, el Zócalo Capitalino, la presidenta repitió la jugada maestra que tantas veces ejecutó Andrés Manuel López Obrador.

Foto: Hugo Ontiveros.
Foto: Hugo Ontiveros.

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Por: Hugo Ontiveros

El pasado domingo, Claudia Sheinbaum volvió a demostrar que en política, como en el fútbol, el juego de conjunto es clave para ganar campeonatos, y que cuando se pueda humillar al rival, es mejor.

En la cancha más grande del país, el Zócalo Capitalino, la presidenta repitió la jugada maestra que tantas veces ejecutó Andrés Manuel López Obrador: llenar la plaza, mostrar músculo político y mandar un mensaje claro tanto a los suyos como a sus adversarios.

Esta vez, el tema central fue la defensa comercial ante la política arancelaria de Donald Trump. Una vez más, la estrategia de Morena quedó en evidencia: unidad, movilización y una narrativa que coloca al movimiento como el equipo que juega con el corazón por encima de los intereses del “mercado”.

No es casualidad que Sheinbaum haya llegado a la presidencia bajo esta misma fórmula. Más allá de sus capacidades intelectuales –que sin duda las tiene– su mayor fortaleza ha sido su alineación con el manual del partido en el poder. En otras palabras, llegó para seguir la estrategia que ya probó ser ganadora.

Si algo ha demostrado Morena es que entiende la importancia del espectáculo político. No basta con ganar elecciones, hay que recordarles a todos, una y otra vez, quién es el dueño del balón.

Los mítines multitudinarios, las frases contundentes y el discurso de “adversarios moralmente derrotados” son parte del libreto que Sheinbaum ahora ejecuta con precisión.

En política, como en el fútbol, no solo es cuestión de talento individual; la disciplina táctica y la estrategia a largo plazo son las que realmente hacen la diferencia.

Lo que vimos el domingo no fue un evento aislado, sino parte de una jugada bien ensayada. Mientras la oposición sigue buscando un esquema de juego que les funcione, Morena sigue controlando el balón y dominando el ritmo del juego. La pregunta es: ¿alguien logrará romperles el esquema o seguirán goleando?


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