“Deinfluencing” la tendencia sobre dejar de comprar
Tiktokers se han sumado a la tendencia del “Deinfluencing”, le dicen a los seguidores qué productos no vale la pena comprar o les aconsejan a resistir la tentación de seguir modas pasajeras

NUEVA YORK, Estados Unidos.- En momentos en que las redes sociales están inundadas de influencers que tratan de promover todo tipo de productos, está surgiendo un nuevo movimiento de personas en TikTok que aconsejan a los usuarios dejar de comprar y consumir.
La tendencia “deinfluencing” (#desinfluenciar), contrasta con otros anteriores como el de #TikTokMadeMeBuyIt (#TikTokMeHizoComprarlo), donde los usuarios exhibían productos que compraron porque los vieron en esa plataforma.
Ahora surgió una tendencia donde los tiktokeros le dicen a los seguidores qué productos no vale la pena comprar o les aconsejan a resistir la tentación de seguir modas pasajeras. Por ejemplo, algunas influencers están quejándose de productos de belleza que prometen mucho y no cumplen mientras que otras llaman a sus seguidoras a alejarse de ciertos peinados o termos popularizados por el mismo TikTok.
Los videos de #deinfluencing han acumulado más de 150 millones de vistas en unos pocos meses. No queda claro cómo empezó la tendencia, aunque uno de los primeros videos en TikTok vino de una exempleada de Ulta y Sephora, quien mostraba productos frecuentemente devueltos en esas tiendas de productos de belleza.
Paige Pritchard, de 33 años, dice que es revigorizante ver cómo los consumidores al fin están teniendo estas conversaciones. Pritchard, quien ofrece consejos financieros por TikTok, dice que eligió su carrera al gastarse todo su sueldo de 60.000 dólares en ropa y productos de belleza en el primer año después de graduarse de la universidad.
En ese entonces, Pritchard vivía con sus padres a fin de poder pagar sus préstamos estudiantiles. Pero siguiendo los exhortos de influencers en YouTube, que suelen recibir dinero de las corporaciones para promover sus productos, pasaba sus horas de almuerzo en tiendas como Nordstrom o J. Crew, a veces gastando 500 dólares en un solo día.
“Cuando me tocó conseguir mi propio lugar, me di cuenta que no tenía dinero”, relató Pritchard. “Apenas tenía el dinero para mudarme de la casa de mis padres a fines de ese año”.
Se sintió avergonzada y arrepentida, y hoy en día habla de ese momento como su “punto de inflexión”.