
Una regla básica del maridaje es el contraste y la armonía. Los sabores dulces se equilibran con vinos secos, mientras que los platos ligeros combinan mejor con vinos frescos y suaves.
Una regla básica del maridaje es el contraste y la armonía. Los sabores dulces se equilibran con vinos secos, mientras que los platos ligeros combinan mejor con vinos frescos y suaves.