
La UNAM revela que cada año podemos producir entre 55 y 110 litros de lágrimas, que se transforman en emociones procesadas que nos ayudan a crear vínculos más profundos con nosotros mismos.
La UNAM revela que cada año podemos producir entre 55 y 110 litros de lágrimas, que se transforman en emociones procesadas que nos ayudan a crear vínculos más profundos con nosotros mismos.