
La chilena más mexicana no le quedó a deber nada a los meridanos y por dos horas los deleitó con su potente voz
La chilena más mexicana no le quedó a deber nada a los meridanos y por dos horas los deleitó con su potente voz
Al principio las personas creyeron que se trataba de una imitadora trabajando en la calle, pero después la arroparon con abrazos y besos