
El nuevo gasoducto sustituirá una infraestructura de aproximadamente 60 años, reduciendo riesgos operativos y mejorando las condiciones de seguridad para la población urbana y el medio ambiente.
El nuevo gasoducto sustituirá una infraestructura de aproximadamente 60 años, reduciendo riesgos operativos y mejorando las condiciones de seguridad para la población urbana y el medio ambiente.
Esta vía, que ha carecido de mantenimiento adecuado durante los últimos 20 años, será modernizada, mitigando así los graves accidentes y víctimas mortales que se han registrado en el pasado.