
La roca se eleva majestuosamente del mar, y su forma alargada y puntiaguda recuerda a un dedo que emerge del agua, como si el propio Neptuno estuviera señalando desde las profundidades del océano.
La roca se eleva majestuosamente del mar, y su forma alargada y puntiaguda recuerda a un dedo que emerge del agua, como si el propio Neptuno estuviera señalando desde las profundidades del océano.