Esta es la zona arqueológica en Tamaulipas que tiene 3 décadas de haberse localizado
Con más de 600 estructuras y una pirámide circular única, El Sabinito revela la sofisticación arquitectónica de sus antiguos habitantes.

Ubicado en la Sierra de San José de las Rusias, en el municipio de Soto la Marina, Tamaulipas, El Sabinito es uno de los sitios arqueológicos más importantes del estado. Descubierto en 1987, este asentamiento prehispánico es testimonio del alto nivel cultural alcanzado por las civilizaciones que habitaron la región hace más de mil años.
¿Qué hace único a El Sabinito?
El Sabinito destaca por su compleja organización urbana y su arquitectura monumental. El sitio cuenta con más de 600 estructuras distribuidas en terrazas, plazas y corredores, construidas con grandes lajas de piedra caliza. Entre sus edificaciones sobresale una pirámide circular de ocho metros de altura, asociada al culto de Ehecatl, el dios del viento de la cultura huasteca.
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Esta pirámide presenta escalinatas al norte y sur, y muros laterales que envuelven en forma espiroidal su núcleo central, una característica arquitectónica poco común en la región.
¿Cuál es la historia detrás de su descubrimiento?
El Sabinito fue descubierto en 1987 por Aureliano Medina, un habitante local que se internó en la selva en busca de madera. Al adentrarse en el espeso monte, a seis kilómetros al norte del ejido El Sabinito, se topó con las impresionantes ruinas.
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Posteriormente, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) emprendió labores de rescate y restauración del sitio, reconociendo su valor histórico y cultural.
¿Por qué es importante para la historia de Tamaulipas?
El Sabinito representa el máximo nivel cultural alcanzado por los antiguos indígenas que habitaron Tamaulipas. Su descubrimiento y conservación permiten comprender mejor las formas de vida, organización social y conocimientos arquitectónicos de las civilizaciones prehispánicas en la región.
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Además, su ubicación en la Sierra de Tamaulipas lo convierte en un punto clave para el estudio de las interacciones culturales entre Mesoamérica y las regiones del norte. Recorrer esta zona arqueológica permite conectar con las raíces milenarias de Tamaulipas y admirar el legado de sus antiguos pueblos.