Madres buscadoras descubren un nuevo campo de exterminio en Reynosa, Tamaulipas
En un predio desolado en Reynosa, donde solo quedan rastros de fuego y muerte, madres buscadoras del Colectivo Amor por los Desaparecidos descubrieron un campo de exterminio.

REYNOSA, Tamaulipas.- En un predio desolado, donde solo quedan rastros de fuego y muerte, madres buscadoras del Colectivo Amor por los Desaparecidos descubrieron un campo de exterminio, este nuevo hallazgo sacude a Reynosa.
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¿Cómo encontraron ese campo de exterminio?
La tierra removida, los restos óseos calcinados y los objetos personales esparcidos entre cenizas son prueba de un horror silenciado por el tiempo.
El colectivo recibió una denuncia anónima que las llevó hasta este sitio, ubicado en una zona despoblada cerca de la colonia Colinas del Real. Al llegar, la escena fue devastadora: al menos 14 puntos con restos óseos quemados y signos evidentes de exposición térmica.
Entre los vestigios de lo que alguna vez fueron vidas, encontraron chalecos antibalas, casquillos percutidos y un rosario que aún colgaba, como un último rastro de fe.
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¿Cómo han respondido las autoridades?
A pesar de la magnitud del hallazgo, la Fiscalía General de Justicia del Estado (FGJT) no acudió al lugar hasta después de varias horas. La indignación se hizo presente entre las madres, quienes exigieron respuestas inmediatas. "El problema es que seguimos encontrando y la fiscalía no los levanta", denunció Edith González, presidenta del colectivo.
Mientras tanto, elementos de la Guardia Nacional, la Guardia Estatal y la Comisión Estatal de Búsqueda resguardaron la zona, aunque sin avances significativos en la recolección de restos y pruebas. Para las familias de los desaparecidos, cada minuto cuenta, cada demora es un golpe más a su esperanza de encontrar justicia.
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¿Qué significa este hallazgo para Tamaulipas?
Este nuevo campo de exterminio confirma lo que las madres buscadoras han advertido durante años: Reynosa es un territorio marcado por la impunidad y el olvido. En Tamaulipas, las desapariciones no son solo números, son nombres, rostros y familias que siguen buscando respuestas en medio del dolor.
Las madres que participaron en la búsqueda aseguran que este no será el último hallazgo. Mientras no haya justicia, seguirán removiendo la tierra, siguiendo las pistas que el gobierno ignora, y exigiendo que cada resto encontrado tenga un nombre, una historia y un lugar digno donde descansar.