Esta misteriosa pirámide maya esconde un laberinto secreto debajo
En el corazón de la salva yucateca se levanta una ciudad maya de las antiguas adornada por pirámides ancestrales

En el corazón de Yucatán, México, se encuentra Oxkintok, una antigua ciudad maya cuyo nombre significa “La Piedra de los Tres Soles”.
Ubicada cerca de Maxcanú, esta zona arqueológica poco conocida guarda algunas de la curisidades más intrigantes de la civilización maya: el Tza Tun Tzat, también llamado Satunsat, un enigmático laberinto subterráneo con una función ritual y espiritual.
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¿Qué es el Tza Tun Tzat y por qué es tan único?
Este laberinto maya es único en su tipo. Construido sobre una cueva artificial aprovechando el desnivel del terreno, el Tza Tun Tzat tiene tres niveles superpuestos visibles solo desde el oeste, con 16 habitaciones conectadas por angostos pasillos, escaleras ocultas y cámaras sin salida.
Su diseño busca deliberadamente que quien lo recorra se pierda. Su simbolismo está vinculado a los tres planos del universo maya: inframundo, mundo terrenal y supramundo.

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¿Qué función tenía este laberinto en la cultura maya?
Más que un edificio, el Satunsat era un centro iniciático y espiritual. Durante los equinoccios (18 de marzo y 25 de septiembre), el sol penetra por una serie de ranuras alineadas que iluminan el interior, lo que refuerza su conexión con el cosmos.
Según la tradición oral, allí se realizaban rituales de transformación espiritual, preparación de líderes y conexión con los dioses.

¿Cuál es la leyenda detrás del Tza Tun Tzat?
Un antiguo mito oral rescatado por investigadores narra cómo tres razas fundaron Oxkintok sobre este “agujero secreto” y cómo un monstruo llamado Itzam Cab Aín fue encerrado en el laberinto.
Un humilde héroe, Cham Tzim, logra vencerlo en una hazaña que representa el triunfo del orden sobre el caos. Este relato convierte a Oxkintok en un lugar de profunda carga mítica y espiritual.
¿Por qué visitar Oxkintok?
Además del enigmático laberinto, Oxkintok alberga pirámides escalonadas, palacios dedicados a Chaac, el dios de la lluvia, juegos de pelota y una distribución urbana que refleja la complejidad social maya. Perteneciente a la ruta Puuc, este sitio forma parte del programa PROMEZA del INAH y es accesible al público.
Oxkintok y su Tza Tun Tzat no solo representan una joya arqueológica, sino también un portal al pensamiento cósmico y filosófico de los antiguos mayas.