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Ernesto Chavana: El dengue en Monterrey, una amenaza que no podemos ignorar

El comentarista Ernesto Chavana reflexiona para POSTA Opinión sobre el riesgo creciente del dengue en Monterrey y la importancia de la prevención.

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Por: Ernesto Chavana

SAN PEDRO GARZA GARCÍA, Nuevo León.- El comentarista Ernesto Chavana reflexiona para POSTA Opinión sobre el aumento de casos de dengue en Monterrey y su área metropolitana, un tema que está cobrando mayor relevancia entre la comunidad. Hace unos días, una amiga cercana le compartió que estuvo a punto de perder la vida debido a un caso de dengue hemorrágico, una variante severa de la enfermedad que, si no se atiende a tiempo, puede ser fatal.

El relato de Chavana expone no solo la gravedad del dengue, sino también la falta de conciencia y las posibles complicaciones que esta enfermedad puede traer. Monterrey, como otras zonas del país, está enfrentando un repunte de casos y es vital que la comunidad tome las medidas necesarias para prevenir la proliferación del mosquito transmisor.

¿Qué debemos hacer? Chavana enfatiza la importancia de identificar los síntomas a tiempo —dolores intensos de cabeza, fiebre, dolor muscular, y en algunos casos, diarrea— y buscar atención médica ante las primeras señales. Además, hace un llamado a la comunidad para ser proactivos en la limpieza y fumigación de sus hogares.

Más allá de la información oficial, que a veces parece ser insuficiente o fragmentada para evitar la alarma pública, el aumento de casos de dengue debería ser un llamado de atención para todos. La prevención y la vigilancia deben ser prioridades en cada hogar. La reflexión de Chavana, presentada con su característico tono directo y espontáneo, nos recuerda que el dengue no es un asunto menor y que solo con información y acción podremos enfrentar esta amenaza.

Como señala el comentarista, este “enemigo silencioso” puede estar más cerca de lo que imaginamos, escondido entre los rincones de nuestros propios hogares. Si queremos evitar más tragedias, es el momento de actuar y no subestimar a este “dengue mayor”.