Proyecto de megacruceros amenaza al tiburón ballena en Baja California Sur
La bahía de La Paz, hogar del tiburón ballena, enfrenta una amenaza ante un proyecto para recibir megacruceros en el puerto de Pichilingue.
LA PAZ, Baja California Sur.- La bahía de La Paz, en Baja California Sur, es reconocida a nivel mundial como un refugio natural del tiburón ballena (Rhincodon typus), el pez más grande del planeta.
Sin embargo, un ambicioso proyecto turístico que busca la llegada de megacruceros en el puerto de Pichilingue ha encendido las alarmas entre organizaciones ambientalistas y comunidades locales, quienes temen un impacto irreversible en este frágil ecosistema.
Tiburón Ballena. Foto: @garciareimbert / X
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¿Qué implica el proyecto de megacruceros en Pichilingue?
En 2021, la Administración Portuaria Integral de Baja California Sur (API BCS) firmó un convenio con la empresa privada Aquamayan Adventures, con el objetivo de permitir la llegada de megacruceros a la bahía de La Paz.
Aunque inicialmente el proyecto fue desestimado por incumplimientos ambientales, el acuerdo fue retomado y modificado a finales de 2024, autorizando a la empresa a recibir al menos 150,000 visitantes anuales.
Esta cifra cuadruplica el número de pasajeros de cruceros recibidos en años anteriores y representa aproximadamente el 60% de la población total de la ciudad de La Paz.
¿Qué impacto ambiental tienen los megacruceros en BCS?
La preocupación por el impacto ambiental de los megacruceros no es nueva. Durante la pandemia de COVID-19, más de una decena de estas embarcaciones se estacionaron en la bahía de La Paz debido al cierre del turismo.
Este hecho provocó contaminación del ecosistema y el desplazamiento de especies, como el tiburón ballena, que no fue avistado en la zona durante todo 2021. La presencia de estas enormes embarcaciones afectó la calidad del agua y alteró los patrones de comportamiento de la fauna marina, según reportes de Mongabay Latam.
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Modernización de Pichilingue y el nuevo puerto en San Juan de la Costa
El nuevo proyecto contempla la ampliación del muelle del Puerto de Pichilingue para permitir el atraque simultáneo de dos megacruceros, cada uno con capacidad para al menos 5,000 pasajeros.
Ambientalistas advierten que esta expansión podría afectar la belleza escénica, la riqueza ecológica y la biodiversidad del área, poniendo en riesgo a especies emblemáticas como el tiburón ballena, que depende de estas aguas para alimentarse y reproducirse.
Paralelo a la llegada de los megacruceros, en 2022 API BCS presentó un proyecto para convertir el puerto de Pichilingue en una marina turística y trasladar la actividad comercial e industrial a San Juan de la Costa, una zona al norte de La Paz que ya ha sido impactada ambientalmente por la minería de roca fosfórica.
Este plan, denominado "Proyecto de puerto industrial San Juan de la Costa", contempla una inversión de 6.4 millones de pesos en su fase de diseño e investigación.
Según API BCS, el crecimiento de la población y el aumento del tráfico de carga hacen necesaria la reubicación de las operaciones comerciales fuera de Pichilingue para reducir la congestión vial y mejorar la seguridad de turistas y habitantes.
Actualmente, el 60% de la carga que ingresa a Pichilingue tiene como destino Los Cabos, lo que implica atravesar la ciudad de La Paz. El plan contempla la construcción de un libramiento que conecte directamente con la carretera transpeninsular para evitar el tráfico pesado en la zona urbana.
Jóvenes se manifiestan. Foto: BCScicletos / Facebook
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¿Qué riesgos ambientales enfrenta la región?
Aunque el proyecto de San Juan de la Costa ha sido promovido como una solución a la sobrecarga de Pichilingue, ambientalistas advierten que el crecimiento del turismo de cruceros podría poner en riesgo la sostenibilidad de la región.
La cercanía del puerto con áreas protegidas como Balandra y el Refugio del Tiburón Ballena preocupa a expertos, quienes han instado al gobierno a reconsiderar el impacto ambiental antes de seguir adelante con estas iniciativas.
El Centro Mexicano de Derecho Ambiental (CEMDA) ha señalado que, aunque Aquamayan Adventures desistió en 2022 de su procedimiento de evaluación ambiental ante la SEMARNAT, la empresa sigue promoviendo su proyecto para ampliar el puerto y recibir hasta 100 cruceros anuales en cinco años.
La comunidad y los defensores del medio ambiente esperan que las autoridades reconsideren estas iniciativas y prioricen un modelo de turismo sostenible que beneficie tanto a la economía local como a la conservación de uno de los ecosistemas más valiosos de México.
Fuente: Mongabay.com
