¿Quién es la mujer que llora en el faro de Guerrero Negro? La leyenda que causa escalofríos
El Faro Viejo ya no es solo una estructura costera, sino también un punto de referencia para los curiosos que visitan el sitio y preguntan por “la mujer que llora”.

En las noches de luna llena, cuando el viento sopla desde el mar y todo parece en calma en Guerrero Negro, un lamento rompe el silencio. Es el llanto de una mujer vestida de blanco, con el cabello empapado y la mirada perdida, que vaga cerca del Faro Viejo.
No es una broma para asustar a los niños, así comienza la leyenda de la Llorona del Faro Viejo, una historia que ha sido transmitida de generación en generación en esta comunidad de Baja California Sur.
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¿Quién es la mujer que llora en el faro de Guerrero Negro?
La leyenda cuenta que hace muchos años, una madre soltera vivía en Guerrero Negro con su pequeño hijo. Una noche, mientras el niño jugaba cerca del mar, una fuerte corriente lo arrastró hacia las profundidades, y nunca más se supo de él.
La madre, devastada por la pérdida, enloqueció de dolor y comenzó a vagar por la costa, buscando a su hijo. Desde entonces, se dice que su espíritu aparece en las noches de luna llena, llorando desconsoladamente cerca del Faro Viejo.
Ésta es una de las tantas leyendas que se cuentan en Baja California Sur.
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¿Qué relatos existen sobre la Llorona del Faro Viejo?
Pescadores y habitantes locales han compartido historias sobre encuentros con la Llorona del Faro Viejo. Algunos aseguran haber visto por las noches una figura femenina vestida de blanco caminando por la orilla del mar. Otros relatan haber escuchado su llanto desde el mar y sentir un frío que hiela la sangre.
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¿Qué otros relatos paranormales existen en Guerrero Negro?
Además de la historia de la mujer que llora en el Faro Viejo, los habitantes de Guerrero Negro también cuentan otra leyenda: el silbido en las dunas.
Según vecinos de la zona cercana a la laguna Ojo de Liebre, durante las noches, especialmente en temporada de frío o cuando hay neblina, se escuchan silbidos extraños entre las dunas, en lugares donde no hay personas ni viviendas.
Lo más inquietante es que, según el relato, si alguien responde al silbido, la presencia lo sigue hasta su casa.
Sin embargo, este extraño sonido puede explicarse científicamente, ya que las dunas "cantan" cuando el viento sopla y las partículas entran en vibración.