El libro de Sarkozy expone la injerencia de García Luna en la política mexicana
En su último publicado, el expresidente francés relata sobre sus impresiones sobre las relaciones diplomáticas que sostuvo con Felipe Calderón, en las que resalta la injerencia de García Luna

CIUDAD DE MÉXICO.- El pasado 9 de agosto de 2023, Los Años de la Lucha, fue publicado el libro escrito por el expresidente de Francia, Nicolás Sarkozy; un libro de memorias donde repasa su periodo como mandatario, desde las crisis a los que se tuvo que enfrentar, pasando por las figuras políticas mundiales con las que convivió, hasta sus experiencias con la política internacional, relatos entre los que destacan sus vivencias con Felipe Calderón y su mandato.
En ese sentido, en los últimos días (a pesar de que la versión en español fuera publicada el 23 de noviembre de 2023), han tomado revuelo varios pasajes del libro en los que Sarkozy narra sobre los momentos en los que tuvo que entablar relación con el expresidente mexicano, tanto por lo vivido en el caso Cassez-Vallarta o lo que él pudo captar de su convivencia con Calderón.
En lo escrito por Sarkozy, es descrita su visita a México en 2009, la cual fue marcada por la tensión entre ambos países luego de que el gobierno mexicano hubiera condenado a Florence Cassez, ciudadana francesa, por pertenecer a una banda de secuestradores. La condena impuesta había sido de 60 años de cárcel, aunque inicialmente fue de 96 años.
No obstante, aunque ella había sido capturada en 2005 junto a su pareja sentimental, Israel Vallarta, en los días previos a la visita de Sarkozy a México, los familiares de la chica, junto a miembros del parlamento francés, llamaron al entonces presidente de Francia que fuera parte importante para presionar sobre el caso.
En dicho contexto, Sarkozy relata en su libro que, en los días previos a su visita, recibió una carta de Calderón, donde se miraba dispuesto a encontrar solución sobre el caso de Florence. Pese a ello, en el texto menciona que la postura de Calderón cambiaria radicalmente cuando pudieron reunirse, ya en México, en la casa de campo de Roberto Hernández, expropietario de Banamex.
En el encuentro, ambos mandatarios acudieron con sus esposas, Carla Bruni y Margarita Zabala. El ambiente previo, como lo describe Sarkozy, era “cálido y disentido”, pero las cosas se tornarían de otra manera cuando el mandatario francés tocó el asunto de Cassez.
Las cosas se torcieron en el momento en que pronuncié el nombre de Florence Cassez. La violencia de su respuesta me dejó de piedra. Yo no contaba con algo así. Era evidente que aquello ahora representaba para el Presidente Calderón un asunto personal […] Aquello chocaba frontalmente con la carta que me había escrito con anterioridad. Carla estaba tan aterrorizada como yo. Fue entonces cuando sospeché que algo no cuadraba y que había algo que no sabíamos”,
Nicolás Sarkozy. -
En relación con lo anterior, para Sarkozy fue después todo muy claro:
Había, en efecto, algo más… algo más grave y que ocurría entre los bastidores de la vida política mexicana. Se trataba del papel decisivo que desempeñaba Genaro García Luna, el responsable federal de Seguridad Pública. La relación de fuerza entre ambos hombres estaba invertida: era el ministro (el Secretario) quien dictaba su voluntad al Presidente y no al revés. Yo no conocía el motivo de aquella extraña situación, pero ahora podía calibrar su alcance.”
Nicolás Sarkozy. -
Luego del revés, Sarkozy tuvo que crear un grupo de trabajo jurídico para así llevar a buen puerto el caso de Cassez y regresarla a Francia. No obstante, describe que el actuar del Calderón fue rígido, brutal e inhumano, en lo que “ debería haber quedado en una cuestión ‘particular’, como a menudo ocurre entre países amigos.”
Fue entonces que, cuando la comisión jurídica había sido anunciada por Sarkozy, Calderón anunció “como quería su subordinado (García Luna)”, que Cassez cumpliría su condena en México. Fue por ello que Sarkozy pidiera que el papa Benedicto XVI interviniera en el caso, cosa que llevó a que la iglesia en México llevara a cabo su propia investigación sobre Cassez.
En el libro, describe que, aunque las investigaciones no fueron publicadas públicamente, “eran demoledoras para las autoridades mexicanas”. Cuestión que continúa con, “Florence Cassez no era ninguna secuestradora, sino un chivo expiatorio […] Todo era, por tanto, un desvergonzado montaje de las más altas autoridades del Estado y la policía mexicanas.”
A pesar de que para ese momento la situación de Cassez se presentaba mejorable, señala que cuando el caso fue llevado a la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Calderón usó su fuerza para que el Poder Judicial desfavoreciera a Cassez, cuestión que Sarkozy llama como “prácticas indignas de una dictadura”.
A pesar de los obstáculos, en 2013 Cassez fue liberada, con lo que fue absuelta del montaje que fue maquinado por García Luna, Luis Cárdenas Palomino, más la complicidad de Televisa al ensalzar la detención en un reportaje en vivo. En torno a ello, Sarkozy finaliza sobre Calderón:
“El expresidente mexicano, que ahora vive en España, posteriormente fue acusado de mantener vínculos con el crimen organizado. García Luna, su antiguo Ministro (Secretario) de Seguridad Pública, continúa recluido en una cárcel de Estados Unidos, donde fue condenado a comienzos de 2023 por tráfico de droga y connivencia con el cártel de Sinaloa…”.
Nicolás Sarkozy. -
Cabe señalar que esta no es la primera vez que Sarkozy declara sobre lo sucedido, así como que expresa sobre las impresiones que tuvo del caso, en el que ha sido muy claro que para él, García Luna era parte fundamental en las decisiones que tomaba el expresidente Calderón, como lo expresó en el documental publicado el año pasado en Netflix sobre el caso de Florance Cassez.