Marcha de migrantes en México: demanda de trabajo y cooperación
Migrantes en busca de oportunidades laborales piden mayor apoyo en su travesía por el sur de México

CIUDAD DE MÉXICO, México.- La caravana de migrantes que salió de la frontera con Guatemala en la víspera de Navidad continúa su recorrido por las carreteras de Chiapas. Este grupo, compuesto por aproximadamente 6.000 personas, es el más grande formado durante este año. Su objetivo es claro: solicitar a los gobiernos de Estados Unidos y México que, en lugar de endurecer las políticas migratorias, brinden más opciones de empleo a aquellos que abandonan sus países en busca de una vida mejor, escapando de la pobreza y la violencia.
La marcha de estos migrantes coincide con la visita de una delegación de alto nivel de Estados Unidos, que se reunirá mañana con el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, para discutir nuevas medidas de control frente al creciente flujo migratorio en la región. Mientras tanto, los migrantes han llevado a cabo una protesta simbólica al pasar por la principal aduana de la frontera sur de México, en el municipio de Huixtla. Aunque el lugar fue resguardado por una decena de agentes de la Guardia Nacional, no se registraron confrontaciones. Los migrantes se arrodillaron por unos momentos para orar antes de continuar su camino hacia Villa Comaltitlán, ubicada a 60 kilómetros al norte de su punto de partida.
La policía y la Guardia Nacional siguen supervisando los movimientos de los migrantes, aunque los agentes migratorios no han intentado detenerlos en los puntos de control. La región está experimentando un flujo migratorio sin precedentes, el cual ha sido difícil de controlar a pesar de los esfuerzos de Estados Unidos por abrir vías legales de emigración mientras endurece las consecuencias de hacerlo de manera irregular. Según cifras oficiales, más de medio millón de migrantes, muchos de ellos venezolanos, cruzaron la selva del Darién, en la frontera entre Colombia y Panamá, durante este año. Además, México ha detectado a más de 680.000 extranjeros en situación irregular entre enero y noviembre, y casi 137.000 personas solicitaron refugio en el país, marcando un récord.
En diciembre, la situación se agravó en la frontera entre México y Estados Unidos, cuando las autoridades estadounidenses registraron hasta 10.000 cruces ilegales en algunos días, una cifra inusual que llevó al cierre temporal de algunos puntos de entrada. Ante este panorama, el secretario de Estado, Antony Blinken, el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, y la asesora de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Liz Sherwood-Randall, se reunirán mañana con el presidente mexicano para acordar nuevas medidas migratorias.
López Obrador reconoce la demanda de Estados Unidos de que México haga más para frenar el flujo migratorio desde el sur, en la frontera con Guatemala, y dificultar el paso de los migrantes a través del país. Sin embargo, el presidente mexicano sostiene que la solución no radica únicamente en la contención, sino también en aumentar la cooperación para el desarrollo y resolver problemas políticos en países como Cuba o Venezuela, que fomentan la migración.
En resumen, la caravana de migrantes que atraviesa el sur de México demanda más oportunidades laborales en lugar de políticas migratorias más restrictivas. Este grupo, el más grande del año, busca llamar la atención de Estados Unidos y México, aprovechando la visita de una delegación estadounidense al país. Mientras tanto, la situación migratoria en la región continúa siendo desafiante, con un flujo sin precedentes y la necesidad de encontrar soluciones más integrales que aborden las causas profundas de la migración.