¿Paul McCartney está muerto? Conoce esta alocada teoría que ha resonado por años
Desde finales de la década de los 60 ha sonado una teoría de que el exBeatle presuntamente murió en un accidente y fue reemplazado por un doble
TORREÓN Coahuila.- La teoría de que Paul McCartney, bajista y cantante de The Beatles, murió en 1966 y fue reemplazado por un doble canadiense, es una de las leyendas urbanas que más ha resonado en la historía de la música.
A esta teoría se le conoce como “Paul is dead” (Paul está muerto) y surgió a finales de la década de los 60.
ORIGEN DE LA TEORÍA
Todo comenzó en 1969, cuando el DJ estadounidense Russ Gibb dijo en un programa al aire que había recibido una llamada de un oyente que afirmaba que Paul McCartney, el músico de The Beatles, murió en un accidente y fue reemplazado por un impostor.
Esta llamada desató una serie de rumores y especulaciones, además de que afirma que los propios Beatles pusieron pistas en sus canciones sobre la muerte de su bajista. Entre estas supuestas evidencias se encuentra la famosa portada de Abbey Road, donde McCartney aparece descalzo, como si fuera un cuerpo para enterrar. Además de que algunas canciones al revés presuntamente se escuchan frases como “Paul is dead, miss him”.
¿QUÉ HA DICHO PAUL MCCARTNEY AL RESPECTO?
Paul McCartney ha abordado la teoría en varias ocasiones a lo largo de los años, generalmente con humor y desdén. En una entrevista con Life Magazine en 1969, Paul negó rotundamente los rumores diciendo: "Los rumores de mi muerte han sido muy exagerados. Sin embargo, si estuviera muerto, sería la última en enterarse".
En 1993, McCartney lanzó un álbum en vivo titulado "Paul Is Live", jugando con la teoría del título y la portada del álbum "Abbey Road". En la nueva portada, McCartney aparece caminando con un perro, y la matrícula del Volkswagen Beetle ahora dice "51IS", sugiriendo su edad en ese momento.
A pesar de sus repetidas negaciones y la naturaleza claramente absurda de la teoría, "Paul is dead" sigue siendo una curiosidad cultural y un ejemplo clásico de cómo las teorías de conspiración pueden capturar la imaginación del público.
