Se impedirá agravio infantil como forma de corrección o disciplina
Esther Berenice Martínez Díaz, legisladora de Morena, identifica el abuso emocional como cualquier acción que dañe la estabilidad psicológica, como insultos, amenazas y negligencia.
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CIUDAD DE MÉXICO.- Esther Berenice Martínez Díaz, legisladora de Morena, impulsa la reforma al Código Penal Federal con el propósito de prohibir el castigo físico, psicológico, así como los tratos humillantes y denigrantes infligidos a niños, niñas y adolescentes como forma de corrección o disciplina.
En su propuesta, sugiere modificar el título decimonoveno de dicho precepto para denominarlo "Delitos contra la vida, la dignidad y la integridad corporal". Asimismo, adiciona el capítulo II "Del Maltrato Infantil", que incluye el artículo 301 Bis, con el fin de establecer sanciones de cuatro a 12 años de prisión y multas de 400 a mil 200 días a quien, por motivo de maltrato infantil, descuide a niñas, niños y adolescentes, provocando negligencia, abuso emocional y físico.
La educación violenta perjudica el desarrollo de niños y adolescentes
Se castigará también a aquel que retenga, sustraiga, oculte, maltrate, amenace, ponga en peligro o promueva mecanismos jurídicos y no jurídicos que retrasen, obstaculicen, limiten e impidan la convivencia, con cualquiera de los progenitores y familia ampliada.
Martínez Díaz destaca que las penas aumentarán en una mitad más cuando se provoque o induzca la participación de niñas, niños y adolescentes en conflictos armados, situación de calle o mendicidad, situaciones de refugio o desplazamiento.
Estas penas se acumularán con las sanciones correspondientes por otras conductas ilícitas que concurran en la realización del delito, así como con las responsabilidades civiles que correspondan a quienes ejerzan la patria potestad, tutela o guarda y custodia, de acuerdo con las disposiciones aplicables.
Además, se considerará como abuso emocional cualquier acto u omisión que dañe la estabilidad psicológica, que puede consistir en negligencia, abandono, descuido reiterado, insultos, humillaciones, devaluación, marginación, indiferencia, comparaciones destructivas, rechazo, restricción a la autodeterminación y amenazas.
Asimismo, se considerará abuso físico cualquier acto que inflija daño no accidental, usando fuerza física o algún objeto que pueda causar lesiones internas, externas o ambas.
Martínez Díaz asegura que esta reforma garantizará los derechos de la niñez y la adolescencia, permitiéndoles desarrollarse bajo un trato digno y libre de toda violencia por parte de sus madres, padres, docentes y cuidadores.
Reitera la urgencia de concientizar a la población sobre los efectos perjudiciales de la educación con gritos, insultos y golpes en el sano desarrollo de la niñez y la adolescencia, ya que esto puede ocasionar baja autoestima, aislamiento, dificultades en la atención, ansiedad, retraso del lenguaje, agresividad, problemas de conducta, miedos y depresión. A largo plazo, estas situaciones pueden producir alteraciones del sueño y de la alimentación.
Refiere que, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), entre 2012 y 2017 fueron asesinadas casi dos mil 600 personas menores de 15 años, siendo el 42% por algún familiar en sus hogares o debido a maltrato, donde padres, madres y padrastros son los principales agresores.
Agregó, que según el Sistema de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes (Sipinna), en 2020 se registraron 27 mil 526 menores de entre uno y 17 años atendidos en hospitales de México por lesiones ocurridas en el interior de sus hogares.
Martínez Díaz enfatiza que sancionar las conductas violentas contra personas menores de edad está en concordancia con lo establecido en la Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes, que obliga a las autoridades federales, estatales, municipales y de las demarcaciones territoriales de la Ciudad de México a tomar medidas para prevenir, atender y sancionar los casos de descuido, negligencia, abandono o abuso físico, psicológico o sexual, así como el castigo corporal o físico de menores.
Su iniciativa fue enviada a la Comisión de Justicia para dictamen.