Yucatecas todo terreno: El trabajo duro no les impide salir adelante
Para muchas de ellas, este empleo representa no solo una fuente de ingresos, sino también un espacio de crecimiento personal y laboral.
MÉRIDA, Yucatán.- En un sector tradicionalmente dominado por hombres, un grupo de mujeres yucatecas ha encontrado una oportunidad para demostrar su fuerza, tenacidad y capacidad en el ámbito laboral.
Trabajan en una banquetera que solo emplea mujeres, desafiando estereotipos y, como ellas mismas aseguran, dejando a un lado las preocupaciones por su manicura y demostrando que están acostumbradas al trabajo duro.
Bajo el sol abrasador de Yucatán y enfrentando largas jornadas, estas mujeres no solo arman y desmontan equipos pesados, sino que también preparan alimentos, organizan eventos y cuidan cada detalle de la presentación de los banquetes.
Para muchas de ellas, este empleo representa no solo una fuente de ingresos, sino también un espacio de crecimiento personal y laboral.
El equipo es liderado por Fabiola Martínez, quien dijo que las mujeres no solo tienen la fortaleza que las caracteriza, sino que también son más puntuales, serviciales y, sobre todo, comprometidas.
Ellas son propositivas y, a la hora de recibir una instrucción, tienen una muy buena dinámica de trabajo. Al igual que son comprometidas, se apoyan unas a otras. Aquí todas hacemos absolutamente todo: desde el área de barra, bebidas, mesas, absolutamente todo.
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Rompiendo estigmas sobre el trabajo femenino
El sector de la organización de eventos y banquetes requiere una combinación de fuerza física, organización y habilidades interpersonales, áreas en las que las mujeres de esta banquetera han demostrado ser altamente competentes.
Mi mayor reto ha sido crecer. Yo comencé de mesera y ahora soy subcoordinadora. Estoy agradecida porque es trabajo de hombres y todas estamos contentas de que nos den esta oportunidad.
El trabajo en equipo es otro de los elementos clave en la banquetera. Cada una de las mujeres desempeña un rol específico, y juntas han creado un sistema que les permite coordinarse con precisión y eficiencia.
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Es una oportunidad; no salía de mi casa y este trabajo me dio confianza en mí. No me quedo quieta con nada. Eso les diría a las mujeres: que le echen ganas.
Asimismo, la jefa de barra Keyla Velázquez señaló que este trabajo le abrió un panorama más amplio de crecimiento profesional y personal.
Yo llegué muy nerviosa, pero prácticamente entre mujeres nos apoyamos. Ahora sé preparar vinos, licores y otras bebidas.
Para las mujeres de esta banquetera, el camino no ha sido fácil, pero están decididas a seguir adelante. En un entorno que alguna vez pensaron que no era para ellas, han encontrado un espacio donde se sienten valoradas y empoderadas.
Saben que están forjando un legado que podría cambiar la vida de muchas otras mujeres en su comunidad y en todo Yucatán.
