"Regresé de la muerte...": Teresita, un aprendiz de la vida
Todas las pruebas por las que ha pasado Teresita Enríquez, lejos de victimizarla, la ha convertido en una mujer fuerte y desea llevar un mensaje de vida a todas las personas que la conocen.

MONTERREY, Nuevo León.- Con una gran sonrisa que refleja calidez y una historia de vida que demuestra fortaleza, Teresita Enríquez, una mujer con discapacidad motora adquirida por un accidente en el 2013, ahora lleva el mensaje a las personas que valoren cada uno de sus días.
Mi mentalidad cambió totalmente porque no me estaba dando cuenta que estaba arrastrando a mis hijos al borde del vacío, la ignorancia de no saber cómo valorar la vida y valorar también a nuestros seres queridos.
Comentó que a pesar del accidente que tuvo un 10 agosto 2013, donde al resbalar se le rompió la columna y la dejó con una lesión medular, agradece estar en silla de ruedas.
Lo más raro es que vas a decir por qué mi respuesta, pero yo estoy feliz de estar en silla de ruedas, porque ese día tal vez hubiese muerto, pero Dios me dio la oportunidad de seguir viviendo para ver muchas cosas cómo florecen
Destacó que su recuperación integral se lo debe mucho a todo el apoyo y amor que ha recibido de sus seres queridos, además, de acudir de forma constante a sus terapias físicas. Pero llegar a la Teresita de hoy en día no fue fácil, comentó que luego del accidente cayó en una fuerte depresión por años e inclusive intentó quitarse la vida.
Yo estuve en depresión, estuve mucho tiempo en depresión, yo intenté quitarme la vida en dos ocasiones porque yo ya no soportaba esa situación, la ignorancia de no saber y valorar la vida.
Gracias al apoyo de su familia, pero en especial de su hija Leslie, se decidió un día a salir de la depresión y volver a retomar sus actividades diarias.
Un día mi hija va y me muerde las piernas y me dice: mamá levántate, levántate de esa cama porque no te quiero ver así, entonces ahí en ese momento Teresita como que cambia el chip y dice: ¿Teresita qué estás haciendo?, entonces al día siguiente fue un proceso de la noche a la mañana y Teresita cambió.
Pero esto no fue todo, la fortaleza y amor que tiene Teresita lo empezó a compartir con personas que tienen cualquier tipo de discapacidad, ya sea visual, auditiva, motriz, psicosocial, intelectual, etc.
Así como en esta ocasión a mí me pasó de diferente manera con mi hija, yo veo una persona con discapacidad y conozco parte de su historia o sé que está batallando por alguna situación, yo me acerco con ellas, les platico ‘oye fíjate que esto’, porque no me gustaría que pasaran por el mismo proceso que yo, a lo mejor hay personas que no tienen a nadie y no va a haber una Leslie que les diga ponte las pilas. Si no hay nadie en ese momento, yo estoy aquí.
De esta manera, Teresita se involucra en la labor para visibilizar la problemática por la que pasan las personas que tienen alguna discapacidad, planteándose que se necesita para dicha comunidad, así como la terminología correcta de la discapacidad.
La coach y mentora brinda un taller abierto al público en general llamado "Terminología en la discapacidad", con la intención de brindar conocimiento y las herramientas necesarias a todas las personas para que sepan cómo tratar a la comunidad con discapacidad y dejar de lado las barreras o hasta los tabúes.
Muchas veces por ignorancia y lo digo en el buen sentido de la palabra, a veces por ejemplo el hecho de decir discapacitado es un tema incorrecto, el hecho de decir minusválido es un término incorrecto porque viene de la palabra minusvalía que significa que no tiene valor, discapacitado estás discapacitando a la persona, si tenemos una capacidad tanto física como mental. El que usemos un aparato ortopédico no tiene nada que ver con que no podamos hacer diferentes actividades.
También encabeza un proyecto que está enfocado en mujeres con temas de liderazgo, amor propio, capacitaciones de psicología, nutrición, talleres de sensibilización, primeros auxilios, redes sociales, derechos humanos y hasta la sexualidad en la discapacidad.
Pero todo esto no lo hace sola, cuenta con un caballero de batalla que la ha apoyado en todo momento y es su esposo, Felipe Parra, presidente de la Asociación Nacional de Voluntarios para Rehabilitación Integral a Discapacidad Neuromotora, A.C (ANVRIDN.AC), que desde hace 20 años se busca apoyar a las personas con discapacidad con aparatos ortopédicos que van desde un bastón hasta una cama de hospital, esto de forma temporal o permanente.
Una segunda oportunidad de vida
Fue en el 2020 cuando de nueva cuenta la vida de Teresita estuvo en riesgo, esto tras contagiarse de COVID-19 y sufrir varios infartos, situación que la marcó de forma permanente. Se le diagnosticó luego de un infarto con angina de pecho inestable de alto riesgo que logró controlar.
Regresa de nueva cuenta grave con un infarto cerebral dejando sin movilidad su brazo izquierdo y perdió el habla de forma momentánea, al pasar los meses vuelve en el mes de mayo con otro infarto que la llevó a ser intubada.
Pero Teresita cuenta entre lágrimas haber vivido algo único mientras estuvo internada en el hospital, una experiencia que no ha podido explicar.
Cuando yo estaba, entraba mi esposo o mi hija, yo estaba en cuidados intensivos con muchísimos aparatos, yo sentía los aparatos en mi garganta y les gritaba que me quitaran los aparatos, que ya no los quería, les gritaba y les decía ¡quítenmelos, quítenmelos! Pero no me escuchaba nadie, no me escuchaba mi esposo, ni los médicos, pero yo sí escuchaba lo que hablaban los médicos.
Aseguró que este proceso fue muy difícil y al recordar la frase que le dijeron “regresar de la muerte a la vida”, le enseñó a valorar lo que es la salud, así como cada una de las cosas que tiene a su alrededor y agradecer a Dios lo que se tiene bueno o malo, el poder vivir, así como valorar la salud porque se puede ir de un día a otro.