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Las denuncias contra Luis Ortega / Conservadon’t

A pesar de lo que afirma Luis Ortega, él no solo está convencido que es inocente, sino además una víctima.


Publicado el

Por: Sofia Otero

Decenas de mujeres han denunciado a Luis Ortega alias “Conservadon’t”. Señalan haber sufrido distintas conductas; desde mensajes sexuales no solicitados, presión para verse y tener sexo, tocamientos, hasta abuso sexual e incluso violación.

Algunas de las víctimas afirman haber sido menores de edad. Todos estos testimonios rompieron con la imagen que Luis trató de plasmar en redes. Allí, se pinta como el típico aliado: dice ser de izquierda y hasta comparte teoría feminista. Un caso más de un lobo disfrazado de oveja.

Las denuncias

El 5 de abril de 2025, el creador de contenido Christopher Alejandre publicó en YouTube una recopilación de las denuncias. Ahí expuso audios y capturas de pantalla. La lista es muy larga y expone un patrón de deshumanización, cosificación, acoso, abuso y chantaje emocional.

Una víctima aseguró que por la rudeza con la que tuvieron sexo, la hirió: “Me desconcertó mucho su falta de tacto y humanidad (...) Me había hecho sangrar (...) yo en ningún momento le dije que quería que me lastimara, ni antes ni durante. Me fui muy incómoda de su casa, fue una experiencia de la que salí sintiéndome utilizada”.

Otra más dijo: “Yo creo que es la vez que he tenido sexo más deshumanizante, porque me puso en una posición de espaldas y empezó a hacer lo que él quería y si yo me movía, si yo hacía cualquier movimiento, me decía, quédate quieta, no te muevas, y ahí sí me disocié, recuerdo que me dio muchas ganas de llorar y terminó y yo no podía irme al baño porque el baño está en la estancia y pues su familia estaba ahí”.

Las mujeres también señalan una extraña obsesión pornográfica. Una de ellas escribió: “Cuando estaba con él me obligaba a ver pornografía, aunque le pedí en repetidas ocasiones que no quería verlo y cuando lo cuestionaba decía que yo era una ignorante”.

Otra reveló su experiencia en un audio: “Fue de lo más traumático para mí. No podía tener una erección (...) Se pone a ver porno, pero eran videos porno horribles, eran chavas haciendo orales pero esos orales inhumanos. Yo me asusté. Pensé, ¿cómo le prende esto? Y sí, le prendió”.

Además, relatan la insistencia de Luis de tener sexo con ellas. Se los externalizaba de forma constante en mensajes y en persona al verse por primera vez. Afirman que también las acosaba para conseguir fotos íntimas, incluso si eran menores de edad.

Una de las víctimas aseguró que en preparatoria, cuando ella tenía entre 14 y 15 años, Luis la extorsionó con una fotografía sexual que ella le había enviado: “Logró obtener una foto de mí, y enseguida la hizo pública con mi círculo cercano (...) Durante muchos meses estuve dependiendo de lo que él quería porque me amenazaba con que iba a hackear mis cosas y que iba a hacer público, no sé qué tanto. (...) Fueron años en los que me estuvo insinuando tener algo sexual de una manera muy, muy, muy, muy insistente (...) Cuando yo llegaba a verlo, me llegó a tocar sin mi consentimiento (...) Te metía tanto miedo que la verdad  no sé a cuántas personas ya ha lastimado”.

Ella no fue la única en denunciar tocamientos indeseados. Otra víctima relató: “Estábamos en un parque, en un espacio público, y él me empezó a tocar en partes íntimas, pues en público, en frente de personas”.

También hay múltiples testimonios de abuso sexual. Una mujer explicó que al negarse a tener sexo con él, Luis comenzó a masturbarse al lado de ella. Otra mujer denunció que él la mordió varias ocasiones hasta sacarle sangre del labio.

“También me tocó sin que yo accediera. Le pedí que se detuviera (...) insistía en hacerlo y preguntar: ¿por qué no quieres? No aceptaba un no por respuesta”, añadió.

Otra joven indicó que se despertó al sentir la respiración agitada de Luis: “... sentí que me empieza a tocar, me empieza a tocar mi espalda, me empieza a tocar mi cadera, me empieza a tocar la cintura, me empieza a tocar el busto. Y volteo y tenía su miembro (pene) afuera y me lo estaba restregando en toda la espalda”.

No es la única que contó que fue violentada mientras dormía. Una mujer contó que Luis la penetró sin protección y sin su consentimiento cuando ella estaba alcoholizada, durante una fiesta. Por si no era evidente, una persona alcoholizada no puede dar su consentimiento.

Estas no son todas las denuncias. También hay testimonios adicionales que Christopher Alejandre excluyó de su video porque algunas víctimas le informaron que querían denunciar formalmente.

Las respuestas de Conservadon’t

La táctica de Luis ha sido victimizarse. Se ha escudado en un diagnóstico de autismo que todavía no tiene, y en decir que sufre de “adicción al sexo”.

En una entrevista para el canal de Youtube “El Ruinaversal”, Ortega afirmó que “realmente no ve cuál es el punto de mostrar a alguien que es malo por tener una adicción”.

El problema no es tener una adicción. El problema es herir a alguien por esa adicción. Debería ser algo obvio, pero Luis parece no comprenderlo. Daré un ejemplo sencillo: una persona adicta al crack no es mala, pero si esa persona asesina para conseguir la droga, creo que es claro que podemos juzgarla.

Durante la entrevista de 5 horas, Luis confirmó que las capturas de pantalla difundidas por las víctimas eran reales. Aseguró que sí compartió fotografías íntimas de una menor de edad, que sí hackeó cuentas ajenas, dijo que posiblemente le había restregado su pene a una mujer sin su consentimiento, y terminó aceptando que tuvo sexo sin protección con una mujer alcoholizada. Incluso dijo que no podía negar haber tenido sexo con menores, él ya siendo un adulto.

Lo impactante no solo son las declaraciones de Luis, sino su aire de superioridad moral mientras las da. A pesar de lo que afirma, él no solo está convencido que es inocente, sino además una víctima.

Cree que sufre una persecución mediática por personas que se están tratando de colgar de su supuesta fama para generar vistas.

Al plantear esta teoría, Luis solo nos demuestra que, como dijeron sus víctimas, sí tiene un problema evidente de ego. En sus distintas cuentas, juntando YouTube, Tiktok, X, e Instagram, no llega a los 200 mil seguidores. En el panorama actual, eso no te convierte automáticamente en una persona de gran relevancia.

Arreglar los daños

Arreglar los daños al hablar de violencia sexual me parece imposible. Por más arrepentido que Luis diga estar, no hay forma en que sus víctimas podrán recobrar la paz mental.

Él no puede echar para atrás lo que ya hizo. Pero el mínimo indispensable sería que aceptara que es un agresor, y que diera a conocer a su audiencia a detalle la serie de abusos que ya dijo de forma abstracta que cometió.

Si le queda algo de dignidad, después tendría que cerrar sus cuentas, como las víctimas desean que haga.

Hace 4 semanas, Luis subió un video sobre el tema. Aunque expresó querer afrontar sus conductas, fue absurdamente ambiguo. Se limitó a decir que en el pasado había sido insistente con las mujeres. Para peor, ocultó el video en Instagram, y desactivó los comentarios. Eso no es afrontar las consecuencias.

Quiero dejar algo claro. Yo sí le creo a las víctimas, y no debemos permitir que gente como Luis utilice movimientos como un disfraz para invadir nuestros espacios. 


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