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Descubre cómo el olor del estrés humano afecta a los perros

Perros y estrés humano: estudio de la Universidad de Bristol revela impacto emocional

Por: Alejandro Villaseñor

INGLATERRA.- Los perros experimentan un contagio emocional a causa del olor del estrés humano, según un estudio realizado por la Universidad de Bristol y publicado en Scientific Reports. Este estudio, realizado por investigadores de la Facultad de Veterinaria de Bristol, buscaba determinar si los perros experimentan cambios en su estado emocional y de aprendizaje en respuesta a los olores que producen estrés o relajación en los seres humanos.

El olor de un humano estresado y desconocido afecta el estado emocional del perro, su percepción de recompensas y su capacidad de aprender. Los adiestradores de perros de trabajo suelen describir el estrés que se transmite por la correa, pero también hemos demostrado que puede viajar por el aire

Nicola Rooney, 

Profesora titular de Vida Silvestre y Conservación en la Facultad de Bristol.

Para llevar a cabo la investigación, se reclutaron 18 parejas de perros y dueños que participaron en una serie de pruebas con diferentes olores humanos. Durante las pruebas, los perros fueron entrenados para distinguir entre un recipiente de comida que contenía una golosina y otro que estaba vacío. Una vez que los perros aprendieron esta diferencia, se evaluó la rapidez con la que se acercaban a ubicaciones nuevas y ambiguas para recipientes ubicados entre los originales.

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Los resultados mostraron que el olor provocado por el estrés hizo que los perros se acercaran lentamente a la ubicación ambigua del cuenco más cercano, indicando una respuesta pesimista. Este efecto no se observó con el olor relajante. Estos hallazgos sugieren que el olor del estrés puede influir en las expectativas de los perros, haciéndolos tomar decisiones más pesimistas.

En resumen, este estudio demuestra que los perros experimentan un contagio emocional a través del olor del estrés humano, lo que afecta su estado emocional y sus decisiones. Estos hallazgos pueden tener implicaciones importantes en la forma en que interactuamos con nuestros amigos caninos y en cómo manejamos situaciones estresantes en su presencia.