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México

El emblemático edificio de la Escuela Miguel López en Saltillo

Conoce la historia de la escuela Miguel López, su fundación y las leyendas que rodean al inmueble

Publicado el

Por: Claudia Almaraz

SALTILLO, Coahuila.- La construcción de la Escuela Miguel López en Saltillo comenzó el 10 de diciembre de 1915 en la antigua Plazuela de Rodríguez. Durante ese tiempo, el gobernador de Coahuila era Gustavo Espinosa Mireles y el presidente municipal, Daniel Garza.

En aquellos años, la educación primaria se dividía en dos ramas: la elemental y la superior. La primera abarcaba los tres primeros grados, mientras que la segunda incluía los restantes.


Mientras se construía el edificio, la Escuela Elemental para Niños Miguel López operaba en una casa particular de la calle Rayón, donde se pagaba una renta de 50 pesos mensuales.


Al concluir el inmueble, se acordó fusionar las escuelas primarias elementales Gabino Barreda, Luis A. Beauregard, Miguel López y la Bertha Müller. La decisión se tomó porque estas escuelas estaban próximas al edificio y algunas pagaban rentas muy caras. Así, el 19 de septiembre de 1920, todas las escuelas comenzaron a trabajar en la Miguel López.



 LEYENDAS Y MISTERIOS DE LA ESCUELA MIGUEL LÓPEZ

 El edificio, de estilo afrancesado, es uno de los más bellos de Saltillo. A lo largo de los años, diversas instituciones han querido utilizarlo para sus fines particulares, pero la Sociedad de Padres de Familia de la Escuela Miguel López ha impedido que esto suceda.

Una de las leyendas más comunes está relacionada con el piano de cola que se encuentra en la planta baja. Durante la madrugada, se dice que se escuchan melodías misteriosas que salen de ese instrumento. Se cree que este piano es uno de los tres en todo el mundo que ha dado lugar a fenómenos paranormales.


Otra leyenda cuenta que por la calle Nicolás Bravo se escucha el ruido de un carruaje jalado por caballos, y algunos ex maestros y exalumnos aseguran haber visto imágenes que cruzan las paredes y desaparecen en el edificio.

Una de las apariciones más enigmáticas y que vecinos y curiosos aseguran haber visto, es la de un niño que toca la flauta en una de las ventanas que dan a la calle Hidalgo.

La Escuela Miguel López no solo es un lugar de educación, sino también un testigo de historias y misterios que perduran en el tiempo.

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