¡No te juntes con la chusma! Síndrome de Doña Florinda ¿Lo conoces?
Gente que desprecia a sus iguales y buscan aparentar una realidad diferente, ¿Te suena? Rafael Ton escribe en su libro a las Florindas y Florindos en nuestra sociedad.
SALTILLO, Coahuila.- El Síndrome de Doña Florinda, se dio a conocer por el autor Rafael Ton, en su libro homónimo. Y es que el Síndrome de Doña Florinda es tan común en nuestro entorno que él lo describe como la persona de escasos recursos que sienten la necesidad de aparentar una posición social más alta de la que realmente tiene.
Inspirado en el personaje icónico de la serie “El Chavo del ocho”, el síndrome revela totalmente la complejidad de las relaciones sociales en nuestro país.
¿Qué es el síndrome de Doña Florinda?
En su papel Doña Florinda, se cree mejor que los demás habitantes de la vecindad, reflejando la realidad distorsionada sobre la identidad, el estatus y los orígenes de las personas, la mujer soberbia, engreída y altanera que suele menospreciar a sus vecinos por cuestiones económicas, refiriéndose a estos como “chusma” y se siente superior por el hecho, según ella, de haber subido un peldaño en la escala social, ya que cuenta con una pensión de su finado esposo, por ello no tenía necesidad de trabajar.
Esta actitud de rechazo o desprecio a la clase obrera por parte de personas que creen que son superiores o que pertenecen a una clase alta cuando no es así, se ha convertido en un fenómeno social en estos tiempos, donde lamentablemente se repite en muchos sectores de la sociedad careciendo ya de total empatía entre los ciudadanos .
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¿Conoces a una 'Doña Florinda' o 'Don Florindo'?
Los Florindos o Florindas buscan vivir en barrios que apenas pueden costear, usan ropa y adquieren bienes fuera de su alcance, con el objetivo de presumir y menospreciar a quienes atraviesan por problemas financieros similares a los suyos.
El síndrome es un reflejo de la profunda división social que existe en México, donde una clara línea separa a la clase alta de la baja.
El Síndrome de Doña Florinda nos invita a reflexionar sobre la importancia de aceptar nuestra realidad y no caer en la trampa de la apariencia. Debemos fomentar una sociedad más inclusiva y solidaria, donde las diferencias económicas no se conviertan en barreras que dividan a las personas. Sólo así podremos avanzar hacia un país más justo e igualitario.
